En el post de hoy vengo a explicar qué es la analítica digital, un servicio cada vez más demandado por las empresas para medir, evaluar y optimizar el rendimiento de los procesos vinculados a su dimensión digital.
He empleado el término analítica digital y no analítica web porque la medición de la estrategia digital debe implicar la medición de los datos obtenidos por los diversos canales que la conforman. La multicanalidad de la estrategia digital de una empresa hace necesaria la recopilación, medición, evaluación y explicación racional de los datos obtenidos por el sitio web, las redes sociales, las apps, las campañas de email marketing, la publicidad en motores de búsqueda, etc.
La metodología de la analítica digital se sustenta en el principio kaizen de “mejora continua”. El objetivo que persigue es precisamente mejorar la estrategia digital. Para lograrlo, no sólo basta con registrar un conjunto de datos, la clave está en saber interpretarlos para así poder tomar decisiones acertadas.
- Recopilar
- Medir
- Evaluar
- Interpretar
- Probar
- Mejorar
No obstante, aquí falta algo imprescindible que guíe este proceso: la definición y priorización de objetivos por parte del cliente. Aquí el analista digital debe ayudarle a concretarlos en función de la regla S.M.A.R.T., para que estos sean específicos, medibles, alcanzables, relevante y que se puedan medir en el tiempo. Además, se deberán establecer una serie de KPIs, que nos ayuden a evaluar el nivel de desempeño de los diferentes procesos para saber así cómo lo estamos haciendo.
¿Por qué mi empresa debe invertir en Analítica Digital?
Uno de los principales problemas con el que nos podemos encontrar es la dificultad a la hora de comunicar al cliente la necesidad de invertir en Analítica Digital. Aunque esta tendencia está cambiando y cada vez más los negocios requieren este tipo de servicios. Estos son algunos de los beneficios que aporta la analítica digital a las empresas:
- Entender el comportamiento del usuario en el sitio web
- Evaluar el rendimiento del sitio web y proponer mejoras
- Comprobar la rentabilidad de las campañas de márketing digital
- Aumentar el rendimiento por objetivos
- Reducir costes y tiempos
- Optimizar procesos de conversión
- Conocer el comportamiento de los usuarios
- Comparar el rendimiento de los diferentes medios de captación de tráfico
- Analizar tendencias y comportamientos recurrentes en el tiempo
- Tomar decisiones estratégicas a nivel de negocio, producto o precio
Parece lógico pensar que en un mundo donde la producción de datos es descomunal e incontrolable y donde los procesos de compra cada vez más dependen de Internet, las empresas quieran medir la rentabilidad de su inversión.